jueves, 20 de septiembre de 2007

Um joço bonito

Desde pequeño siempre me gustaron las películas de Jackie Chan, Bruce Lee, Van Damme y toda esta serie de paisanos ultra flexibles. Pero el hecho es que no me gustaban por la "estopa" repartida, el motivo principal era ver la agilidad con la que se movían, la capacidad de girar sobre si mismos, saltos y cabriolas diversas. Con ganas de hacer yo lo mismo con 10 años me apunté a Taekwondo, más que nada porque no se ofrecía mucho más en mi pueblo ( karate y judo era el resto). Y bueno como arte marcial no estaba mal, te hacía ganar en flexibilidad, rapidez, reflejos y ciertas cosas que se notan en las pachangas, de las cuales ahora puntúo negativo. Pasé unos 6 años practicando este deporte hasta que descubrí que: primero no era lo mío, segundo no me gustaba demasiado competir y entonces me lo empezaban a exigir, tercero era demasiado técnico y cuarto la espectacularidad "sólo" se basaba en las técnicas de patada. Consecuencia lógica: lo dejé.

Por aquel tiempo viajaba todos los veranos en caravana con mis padres, y en ese fuimos a Albufeira en el Algarbe portugués. Un día cuando iba a la playa a ver a todas las alemanas, holandesas, italianas,etc. que había por allí pululando, me crucé con un chaval que parecía brasileño, llevaba unos pantalones con un dragón y un cordón grueso colgado de la cintura. Bajamos a la playa por las mismas escaleras y mientras yo acomodaba mi toalla (me disponía a observar el ambiente) él se acerco a la arena mojada y empezó a hacer estiramientos. Al principio me parecía un fantasma y no le presté mucha atención. Luego, vuelvo a mirar en su dirección y veo que estaba oscilando de lado a lado, como en una especie de baile, hasta que empezó a hacer gestos más enérgicos y de repente combinó un mortal hacia atrás con varias
volteretas laterales sin usar las manos, a partir de esto soy incapaz de describir todos los movimientos que este hombre se marcó durante unos 10 minutos. Me quedé impresionado, anonadado, alicatado y todo lo que queráis. Entonces supe que eso era lo que yo quería hacer, ése era el arte marcial que estaba buscando.

De vuelta de vacaciones estuve recorriendo Internet y varias enciclopedias en busca de información sobre artes marciales, al final encontré una página que hablaba sobre un arte marcial de origen africano practicada en Brasil : la capoeira. Efectivamente era lo que estaba buscando. Decidí recorrerme algunos gimnasios en busca de clases, pero nadie las daba, es más, había mucha gente que ni sabía lo que era. No fue hasta llegar a la facultad cuando descubrí que había varios gimnasios en Coruña que ofrecían clases de capoeira. Pero me quedé con las ganas, ya que las clases eran una "sablada" para 2 horas a la semana. Desde entonces sigo con ganas de practicarla pero por desgracia mi cuerpo cada vez es menos flexible y además es como si me diera algo de apuro plantarme allí con mi físico fondón a decirles: ala campeones!, hacer que salte cual gacela en celo. Aunque no me daré por vencido. Mientras tanto está Youtube para quedar con la boca abierta viendo a estos chavales que si son flexibles, sí.

O mestre Narcelio:



O mestre Espirro:



O joço:


1 comentario:

Alber dijo...

Buah, tío, no te veo haciendo taekwondo (y mira q ya sabía q lo habías hecho la ostia de años), pero no sé... no te dándome una patada en la boca (q esos tíos llegan muy arriba :S).
Y reconócelo, sólo quieres hacer capoeira para estar cuadrado e impresionar a las nenas.

P.D.: Bueeeeno, reconoceré q tiene q molar un poquito hacer capoeira bien :P